jueves, 31 de marzo de 2011

Personalidad dependiente

Los sujetos que tienen una personalidad dependiente tienen una tendencia a pegarse a los otros. Es muy difícil en esta situación no entrar en conflicto con ellos, porque uno siente que no se los puede sacar de encima
Para la personalidad dependiente los otros son indispensables, sienten que no pueden sobrevivir sin ellos. Estan convencidos de que solos no van a llegar a nada y que los otros son necesariamente mejores. Se las arregla entonces para no estar solo en ninguna circunstancia y por hacerse aceptar en cualquier grupo.. Deja que los otros tomen decisiones por él y tiende a ocupar una posición de continuador, antes que afirmar su punto de vista y negarse a algo, porque no soporta el riesgo de ser rechazado.
En un punto todos somos seres dependientes, pero también somos seres autónomos, todo depende del grado en que adoptemos cada uno de estos comportamientos. O sea que la dependencia en cierta forma es necesaria porque vivimos con otros, y se necesita de la aceptación del otro hasta un cierto nivel. Pero ser adulto, es también ser independiente y capaz de conducir nuestra vida y de hacernos cargo de nuestras decisiones sin pasar todo el tiempo por el tamiz de la aprobación del otro.
Estas personas con su actitud de satisfacer los deseos del otro buscan reencontrar el paraíso perdido de su más tierna infancia que es el momento en que la madre está para satisfacer todos los deseos poniendo el mundo a su servicio.
Hay muchas personas que tienen una personalidad pasiva que no es sino aparente, porque esa es una sutil manera de manifestar su propia agresividad o su hostilidad pero que la depositan en el otro, es decir hacen como para que su pareja o sus amigos se enojen. Tienen tendencia a sentirse insatisfechos y a considerarse como eternas víctimas de la maldad y las malas intenciones de los otros. Esto es muy común en los adolescentes cuando rechazan la autoridad de los padres, pero llegado un momento determinado de la vida es un llamado de atención de que algo no anda bien.
Recuerdo a una paciente que estaba muy preocupada por su posición pasiva. Ella lo asoció con una madre muy autoritaria a la que ella estaba sometida y que esto continua en su vida actual a los 35 años.
Porque las personas pasivas son muy conscientes de su problema y también es acuciante para el entorno. Es muy probable que el haber tenido una madre muy autoritaria haya contribuido a esta situación pero podríamos decir que ella ha sido muy obediente. Además, a los 35 años, uno no puede seguir haciendo responsable a los otros de sus conductas actuales, sino que es necesario comenzar a responsabilizarse por sus actos y preguntarse qué tengo que ver yo con esto que me pasa, por qué sigo obedeciendo a pesar de que mi madre no está presente, por qué me vinculo con parejas autoritarias para seguir en esta posición dependiente y de maltrato?
Podemos pensar que en la queja y en el disgusto hay un cierto placer, que obviamente no es conciente, que es pulsional y que produce mucho dolor y angustia al sujeto pero que la persona no puede hacer nada de manera conciente para correrse de ese lugar.Por supuesto que los acontecimientos exteriores aumentan o disminuyen una problemática, pero es mas lo que el sujeto interpreta de eso que ha sucedido y lo que hace con eso que le paso mas que la situación en si. Por que si no no se explica como en una misma familia, en situaciones similares, un hermano es exitoso, por ejemplo, mientras el otro se siente un fracasado.
Son muchas las personas que dicen, desde su yo, “si, ya se, yo soy responsable de esto que me pasa”, pero sin embargo están permanentemente en la queja y en la envidia de lo que supuestamente el otro tiene. Y dicen eso, pero finalmente terminan preguntando y como hago para resolver tal cosa, como si los analistas fueramos seres superiores que sabemos de todo. Nosotros le damos elementos para que puedan pensar, decidir y ser autónomos, no para fomentar la dependencia, Porque si no, estamos incentivando la permanencia en una posición de víctima, donde los demás le hacen, no le dan y tienen lo que a ellos les falta. Para ser mas claros, es mas fácil quedarse en una posición de hijo, donde son los otros los que tienen la responsabilidad sobre las cosas que me pasan, en lugar de hacerme cargo de mis propios fantasmas y ver de qué manera asumo el compromiso por mi propia vida.

AMOR EXCESIVO HACIA LA MADRE

Hace un tiempo lei una noticia que decía que en Italia una mujer fue condenada a tres años de prisión por procurarle un "amor excesivo y patológico" a su hijo, y un tribunal lo interpretó como una especie de maltrato. Se trata de un chico de 13 años, que casi no sabe correr, porque su madre y sus abuelos nunca se lo permitieron por miedo a que se lastimara. Tampoco puede subir escaleras –nunca lo dejaron, necesita ayuda para ir al baño y no come nada que no haya sido preparado por su mamá o su abuela materna. Parece que el chico creció encerrado entre cuatro paredes, sólo con permiso para ir al colegio, nunca practicó algún deporte o jugó en un parque. El padre, que solo pudo verlo tres veces llevó el caso a la justicia.
Estos son casos extremos en donde el exceso de amor termina reduciendo a algunas personas a seres absolutamente dependientes y privados de la más minima libertad.

Definimos el amor como un sentimiento profundo de cariño por otra persona y es fundamental en el desarrollo de la personalidad y la autoestima.
Pero de la manera en que se establezcan las primeras relaciones de objeto es decir las relaciones con la madre, que pueden ser de independencia o dependendientes, es como se van a producir los otros vinculos que uno va armando a lo largo de su vida. En el caso del amor excesivo estamos hablando de dependencia afectiva.
Cuando un niño nace la dependencia es normal, porque el bebe necesita de otro que lo asista y no solo para satisfacer las funciones vitales es decir para prodigarle todos los cuidados necesarios para la vida, sino también en el plano afectivo, porque para un buen desarrollo son fundamentales las caricias, las miradas y las sonrisas que también son alimentos afectivos absolutamente necesarios. Hay una enfermedad que se llama marasmo y que justamente se produce en niños que no reciben afecto. Incluso un psicólogo llamado Lorenz hizo una prueba de laboratorio que consistía en poner a dos bebes monos con dos monas de alambre, solo que una de ellas estaba revestida en felpa y la otra no. Las dos tenían mamaderas con las que los monitos se amamantaban, pero el que estaba con la mona de alambre no logro sobrevivir.
Otro de los elementos esenciales es la palabra. En los primeros momentos el bebe es hablado por la madre, es decir ella lo interpreta. Cuando el bebe llora la madre dice, tiene hambre, tiene frio, quiere upa, tiene sueño, etc. La mirada en primer término y la palabra después nos hacen darnos cuenta de la importancia que tenemos para el otro. Antes decíamos que es durante la infancia y la adolescencia que se va a manifestar más intensamente el deseo de ser reconocidos y se va a fortalecer o no nuestra personalidad y nuestra autoestima.
Pero hay niños que no han recibido toda la atención que necesitaban. Puede ser porque no les alcanzó o porque no responden a la imagen que sus padres se hicieron de su niño de acuerdo a sus propios fantasmas.
La falta de reconocimiento o un amor insuficiente crean una carencia, que va a aumentar con los años y es asi como se van a establecer los vínculos de amor en la vida adulta.
Antes dijimos que para vivir el niño necesita contar con la mirada y las caricias del otro. Si esto falta se prepara el terreno para la dependencia en la vida adulta.
Hay algunas personas que solo tienen energía cuando están con otro, pero si éste se retira la depresión los invade y es como si se pusiera la mano sobre el interruptor, la luz se apaga y la energía desaparece.
Muchos niños y también de adultos, intentan obtener un poco más de atención, y se esfuerzan para satisfacer a su madre cueste lo que cueste, sin pensar en las consecuencias. Se piensa que ese tipo de relación se establece porque hay amor, sin embargo aquel que ama verdaderamente deja libre al amado para ser como lo desee.
Tambien hay otras personas que prefieren ser queridas por pobrecitas y no por fuertes y entonces están todo el tiempo enfermas, prefieren que les hagan todo porque “ellas no pueden”. Aca se trata de personas extremadamente sensibles que depositan en el cuerpo enfermedades que son de orden psíquico.
Otra modalidad que se observa en consultorio, son aquellas personas que han tenido carencia afectiva pero tienen un comportamiento completamente opuesto al de la debilidad y entonces se rien de todo como bufones y hacen como si nada les importara, es decir componen un personaje que distorsiona su verdadera personalidad. Estos modos de comportamiento se originan en la infancia y luego se consolidan en la adolescencia y la adultez.
Es asi como la carencia afectiva provoca depresión, regresión, y tambien incapacidad de hacer fácilmente las cosas fáciles, porque todo deviene complicado, desmesurado y extenuante y si no hay una pregunta para empezar a pensar por que me pasa esto, no hay manera de salir de un circulo vicioso que solo me conduce a la infelicidad.