lunes, 16 de marzo de 2015

Buscamos las relaciones toxicas?

Hay personas que nos dan la sensación de ser amigables, y otras por el contrario, parece que se empeñan en molestarnos. En el curso de nuestra vida nos encontramos con sujetos que nos resultan toxicos. Puede tratarse de un amigo, un familiar, una pareja o un compañero de trabajo. Si modificamos nuestra percepción sobre él y actuamos en consecuencia, vamos a poder evitar los efectos nefastos que tiene esa relación, aunque lamentablemente no siempre se puede. ¿Que es una persona toxica? Es alguien que hace el mal, hiere y hace sufrir sin importarle las consecuencias de sus actos. No reconoce sus errores ni se lamenta por lo sucedido, hace un chantaje afectivo y es insensible al dolor que ocasiona. Para lograr su cometido puede mentir, celar, juzgar, maltratar y manipular de todas formas posibles, de modo tal que su compañero o compañera pierde la estima de sí y vive pendiente de él. El mayor temor de una persona toxica es dejar de tener poder sobre otro. No soporta ver que el otro tenga éxito en lo que emprende y sabotea los esfuerzos que éste haga para tener una vida feliz y productiva. ¿Por que alguien podría vincularse con una persona de estas características? Por lo general este tipo de relaciones tiene como base una familia disfuncional, donde se interpretó que para ser querido era necesario olvidarse de los propios deseos y ocuparse de lo que quiere el otro. Es decir que el mensaje que quedó es que para ser amado hay que hacer todo lo que te dicen, se crece con esa idea y ese lazo de dependencia con los años es más fuerte y más toxico. Es de esa forma que se establecen los vínculos de amistad y de pareja. Igualmente uno es responsable de lo que le pasa y hay, aunque sea de manera inconsciente, una elección. Por qué podría alguien quedarse en una relación de este tipo? porque tiene miedo de estar solo, porque se siente abandonado, porque no quiere asumir responsabilidades o se siente vulnerable. Cuando alguien se queja en el consultorio del maltrato que le da su pareja, se le pregunta por que sigue ahí? La respuesta por lo general tiene que ver con que hay esperanzas de que en algún momento cambie y pueda reconocerlo, que le de un poco de felicidad o incluso amor. Verdaderamente no se puede salir de una relación de esta naturaleza si no se hace el duelo y se acepta que eso que uno desea nunca va a llegar, porque esa persona no va a cambiar simplemente porque nosotros lo deseemos. Por lo tanto es necesario tomar conciencia que no es el rol del otro llenar nuestras necesidades, sino que es necesario hacerse cargo de los propios deseos y ser responsable de la propia felicidad o infelicidad. Pero como no hay soluciones mágicas, nada va a cambiar si yo no cambio. Para ello es necesario preguntarse sobre la responsabilidad que tengo en las propias elecciones y ver que hago para modificar eso que ya no me resulta placentero. Para salir de una relación toxica no es necesario hacerle mal al otro, simplemente hay que decidir cambiar; poder decir no a aquello que no quiero. Cuando esto no es posible por mis propios medios, hacer una consulta para empezar a despejar el camino hacia el encuentro con uno mismo.

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