Los sujetos que tienen una personalidad dependiente tienen una tendencia a pegarse a los otros. Es muy difícil en esta situación no entrar en conflicto con ellos, porque uno siente que no se los puede sacar de encima
Para la personalidad dependiente los otros son indispensables, sienten que no pueden sobrevivir sin ellos. Estan convencidos de que solos no van a llegar a nada y que los otros son necesariamente mejores. Se las arregla entonces para no estar solo en ninguna circunstancia y por hacerse aceptar en cualquier grupo.. Deja que los otros tomen decisiones por él y tiende a ocupar una posición de continuador, antes que afirmar su punto de vista y negarse a algo, porque no soporta el riesgo de ser rechazado.
En un punto todos somos seres dependientes, pero también somos seres autónomos, todo depende del grado en que adoptemos cada uno de estos comportamientos. O sea que la dependencia en cierta forma es necesaria porque vivimos con otros, y se necesita de la aceptación del otro hasta un cierto nivel. Pero ser adulto, es también ser independiente y capaz de conducir nuestra vida y de hacernos cargo de nuestras decisiones sin pasar todo el tiempo por el tamiz de la aprobación del otro.
Estas personas con su actitud de satisfacer los deseos del otro buscan reencontrar el paraíso perdido de su más tierna infancia que es el momento en que la madre está para satisfacer todos los deseos poniendo el mundo a su servicio.
Hay muchas personas que tienen una personalidad pasiva que no es sino aparente, porque esa es una sutil manera de manifestar su propia agresividad o su hostilidad pero que la depositan en el otro, es decir hacen como para que su pareja o sus amigos se enojen. Tienen tendencia a sentirse insatisfechos y a considerarse como eternas víctimas de la maldad y las malas intenciones de los otros. Esto es muy común en los adolescentes cuando rechazan la autoridad de los padres, pero llegado un momento determinado de la vida es un llamado de atención de que algo no anda bien.
Recuerdo a una paciente que estaba muy preocupada por su posición pasiva. Ella lo asoció con una madre muy autoritaria a la que ella estaba sometida y que esto continua en su vida actual a los 35 años.
Porque las personas pasivas son muy conscientes de su problema y también es acuciante para el entorno. Es muy probable que el haber tenido una madre muy autoritaria haya contribuido a esta situación pero podríamos decir que ella ha sido muy obediente. Además, a los 35 años, uno no puede seguir haciendo responsable a los otros de sus conductas actuales, sino que es necesario comenzar a responsabilizarse por sus actos y preguntarse qué tengo que ver yo con esto que me pasa, por qué sigo obedeciendo a pesar de que mi madre no está presente, por qué me vinculo con parejas autoritarias para seguir en esta posición dependiente y de maltrato?
Podemos pensar que en la queja y en el disgusto hay un cierto placer, que obviamente no es conciente, que es pulsional y que produce mucho dolor y angustia al sujeto pero que la persona no puede hacer nada de manera conciente para correrse de ese lugar.Por supuesto que los acontecimientos exteriores aumentan o disminuyen una problemática, pero es mas lo que el sujeto interpreta de eso que ha sucedido y lo que hace con eso que le paso mas que la situación en si. Por que si no no se explica como en una misma familia, en situaciones similares, un hermano es exitoso, por ejemplo, mientras el otro se siente un fracasado.
Son muchas las personas que dicen, desde su yo, “si, ya se, yo soy responsable de esto que me pasa”, pero sin embargo están permanentemente en la queja y en la envidia de lo que supuestamente el otro tiene. Y dicen eso, pero finalmente terminan preguntando y como hago para resolver tal cosa, como si los analistas fueramos seres superiores que sabemos de todo. Nosotros le damos elementos para que puedan pensar, decidir y ser autónomos, no para fomentar la dependencia, Porque si no, estamos incentivando la permanencia en una posición de víctima, donde los demás le hacen, no le dan y tienen lo que a ellos les falta. Para ser mas claros, es mas fácil quedarse en una posición de hijo, donde son los otros los que tienen la responsabilidad sobre las cosas que me pasan, en lugar de hacerme cargo de mis propios fantasmas y ver de qué manera asumo el compromiso por mi propia vida.
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