La posibilidad de disfrute nos da satisfacción y placer, nos sentimos plenos y nos olvidamos del sufrimiento y de los problemas. Pero por diferentes motivos se pierde la capacidad de gozar, inclusive hay personas que, cuando tienen tiempo libre no se permiten utilizarlo para estar en contacto consigo mismos, ni pueden disfrutar de sus logros presentes porque están con la mente atrapada en el pasado o muy preocupadas por su futuro.
A medida que crecemos tenemos menor capacidad de disfrute, porque caemos en el error de pensar que nuestra felicidad depende de grandes acontecimientos que casi nunca suceden, en lugar de saborear las pequeñas cosas. Porque la capacidad de disfrute esta en cada uno de nosotros, en la interpretación que hagamos de nuestra vida y depende de cómo manejamos lo mucho o poco que tenemos.
Algunas personas son incapaces de experimentar placer, mientras otras, solo pueden “disfrutar” de sus éxitos profesionales o economicos.
Cuando una persona sufre una depresión profunda, nada la motiva ni la alegra. Podemos decir que está como "congelada" emocionalmente, incluso respecto a su familia, amigos o las actividades que más le gustaban.
Disfrutar del ocio no es quedarse tranquilo o zen, sino mucho más que eso, consiste en ser capaces de modificar nuestra mirada sobre el mundo, y aceptar que hay cosas que no podemos controlar, esto trae mucho sufrimiento e impide el disfrute de las pequeñas cosas. Por ejemplo, permitirse dejar atrás esos mandatos que nos ordenan ser perfectos, estar atentos y siempre disponibles para poder gozar de las pequeñas cosas.
Seria interesante preguntarse por que algunas personas huyen del placer de no hacer? Esta es una paradoja porque biológicamente estamos preparados para buscar el placer y evitar el dolor y el inconfort, pero sin embargo hay un gran número de personas que no se permite pasarla bien.
Estamos hablando del ocio como una "desconexión", como un tiempo vacío y pobre en actividades enriquecedoras. La condición del ocio no es disponer de tiempo sin ocupación, sino tener la necesidad de no estar ocupado. Cuando solo hacemos cosas esperando obtener una recompensa o con miedo al fracaso es difícil disfrutar. Hay personas que no pueden parar con el deber y angustian cuando hay tiempo vacio.
Todos en un momento determinado sentimos angustia, pero el problema es cuando esta angustia es excesiva e incontrolable y ahí sí hay que estar alerta. Porque las personas que necesitan controlar todo reflejan una gran intolerancia frente a lo que no está pautado y creen que es necesario estar atento permanentemente porque si se relajan algo malo va a suceder. Igualmente por más que se quiera controlar todo, siempre hay algo que se escapa.
Cada uno de nosotros tiene una serie de prioridades, pero como en las personas hay evolución, hay cambio, aquello que uno creía prioritario en un momento, en otro deja de serlo.
Por ejemplo poder regocijarse con la salida o la puesta del sol sin que sea la época de vacaciones, es decir darse un momento para conectarse con las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Cuando uno se permite estos pequeños deleites, los recursos personales y la sensibilidad se incrementan.
Muchas personas tienen bloqueos y no pueden hablar de sus deseos prefieren renunciar a todos sus sueños con tal de no enfrentarse a sus angustias y sus miedos y entonces su justifican su proceder diciendo para que sirve eso, no tengo tiempo para pavadas, yo quiero resultados y no versos, etc.
Pero, como dije anteriormente, cuando uno cultiva sus sueños y permite que ocupen un aspecto importante en la vida personal, se vive una vida mas plena y llena de placer. Hay personas que dicen que no pueden gastar dinero en una terapia, pero si pensamos en los beneficios que aporta en bienestar, mayor confianza, mas seguridad, libertad, tranquilidad y posibilidad de disfrute el precio se diluye.
Un paciente dice: Ayer fui a almorzar con un amigo en un lugar muy tranquilo, en contacto con la naturaleza, él estaba tranquilo y no hacia más que disfrutar del paisaje y yo solo miraba el reloj para volver a trabajar. El me dice esperá, es verano, disfruta lo que nos brinda la naturaleza. Y yo le dije: No estoy de vacaciones y uno no puede pasarse la vida mirando el paisaje. Y se da cuenta que le es insoportable estar en reposo, porque dice que tiene la sensación de estar en el vacío, en la nada.
La mayoría de las personas mayores sufren de depresión cuando dejan de trabajar, justo en el momento en que por ejemplo podrían hacer esas cosas que antes no hacían porque no tenían tiempo, porque tener tiempo libre permite tener más vínculos sociales o hacer actividades físicas para estar mejor, pero al permitirse el ocio, pueden romper su aislamiento, encontrarse con otras personas y compartir vivencias, recuerdos y proyectos que les devuelve el amor a la vida, sin embargo muchos deciden quedarse solos llorando por lo perdido, en lugar de hacer con lo que hay.
Muy interesante reflexión, comparto plenamente todos los conceptos expresados, felicitaciones y me gustaría que la autora nos siguiera enriqueciendo con más ideas al respecto.
ResponderEliminarGabriel