Partimos de la hipótesis de que no solo las mujeres sueñan con la pareja ideal, esa que supuestamente podría colmar todos los deseos, sino que algunos hombres tambien creen en los cuentos de hadas. Como dijo un paciente “yo se que ella existe en alguna parte, estoy seguro”.
Los cuentos de hadas preparan a las jóvenes en el aprendizaje del amor, donde la princesa es la heroína y el príncipe es alguien que le está destinado y solo aparece al final del cuento; es por eso que los varones no pueden identificarse ahí. Los varones se identifican más con esos superhéroes llenos de superpoderes, pero prácticamente sin vida amorosa.
Hoy dia los jóvenes, de a poco están recuperando el derecho a soñar y tambien a llorar y se revelan frente al mandato que dice que los hombres no lloran y no deben mostrarse sensibles. Actualmente hasta se saludan entre ellos con un beso y tambien reclaman el derecho de creer en el amor sublime y lo dicen. O sea que ellos tambien esperan encontrar a la princesa encantada, que por supuesto no es para todos igual.
Un señor de 40 años dice: “Ella es la mujer ideal, pero me gustaría ver que va a pasar después de casarnos”, otro dice “imagino una virgen etérea, ingenua”, otros prefieren mujeres con experiencia de vida y cosas interesantes para decir.
Las princesas de los cuentos de hadas eran muy ingenuas y algunas hasta un poco tontas, no tenian pensamiento propio, ni autonomía económica. Por lo general los hombres no sueñan con una mujer de estas características, a menos que sean sumamente machistas, y estos hombres no son para nada amorosos. Hoy dia los hombres buscan una mujer “que sepa escuchar, que sea una guía y un refugio”. Porque en un punto, las preferencias masculinas y femeninas se confunden y hay muchos que ya no quieren cazar o conquistar. La mayoría quiere ser escuchado, busca ternura y comprensión, es decir que no es una princesa lo que buscan, es una reina capaz de protegerlos, amarlos y comprenderlos incondicionalmente. O sea que de alguna manera buscan una figura materna con la que hasta pueden llegar a casarse. Porque si bien los tiempos cambian, la más linda y la más buena siempre es la mamá, y es el primer referente en la construcción del ideal femenino, es por eso que se la toma como modelo o como antimodelo y cada uno hace sus elecciones como individuo autonomo. Con esto quiero decir que la madre es como es, y cada uno debe hacerse responsable de lo que elige.
Decia una paciente: “Yo crie a mi hijo con todo mi amor, para que encuentre el amor con otra?”. Porque para algunas mujeres esta separación, que es absolutamente necesaria, es insoportable y hacen todo lo posible para que sus hijos estén siempre solos, y éstos no tienen pareja para no hacer sufrir a la mamá; pero insisto, esto es responsabilidad del hijo que es obediente al mandato materno.
Justamene, la mejor manera de quedarse solo es buscar la perfeccion, porque ya dijimos que la pareja ideal no existe. Hay personas muy inmaduras que buscan todo y rápido y no soportan ser contrariados. Cuando hay un problema en la pareja no tratan de resolverlo, sino que se van. Decia un paciente: “Yo salgo de una historia, tan rápido como entro. Me enamoro a primera vista y estoy seguro que voy a reconocer enseguida a la mujer de mi vida”. Cuando encuentro a alguien que me hace vibrar me meto con todo, pero enseguida me doy cuenta que me equivoqué y parto. Aca vemos que los hombres tambien sueñan con una pareja idealizada, donde observamos fantasias con mucho de pensamiento mágico y de la omnipotencia infantil en que la realidad se adecúa a su ideal. Pero estas mujeres no existen, son proyecciones de ellos mismos, de lo que ellos sueñan ser y vivenciar. Porque la realidad es imperfecta y los reenvía a sus propias imperfecciones y eso es insoportable, por eso se sumergen en la fantasia. Entonces se arman bellas historias en lugar de vivir lo que hay, para que la realidad no los enfrente con la frustración y esto es común a ambos, porque nuestra novela interna no distingue a los sexos.
Cuando uno comienza una historia de amor siempre esta el riesgo de que haya desinteres o que termine y esto nos reenvia a nuestra primera pena de amor; es decir el dia en que nuestra madre ya no estuvo constantemente con nosotros o que por alguna razón empecé a sentir que ya no era una relación perfecta. Hay algunos adultos que no han podido sortear estos sentimientos infantiles y viven con una angustia permanente que los remite al temor al abandono. Estas personas pretenden vivir en un estado de gracia permanente que solo se da en los primeros momentos de la relación, porque una vez que la pasión se va tranquilizando por la cotidianeidad, buscan encontrar todo el tiempo esas sensaciones extraordinarias donde todo es mucho mas intenso. Es como una adicción, como las drogas, donde el estado amoroso les da la impresión de estar mas vivos; como si eso le diera un sentido hasta ilusorio a su existencia. Están enamorados del efecto que el amor produce sobre ellos, pero asi se condenan permanentemente a buscar reproducir esa relación original y de esta forma tratan de conjurar la posibilidad de la ruptura última, que es la muerte; porque las princesas no envejecen ni mueren.
En una época en que la preocupación mayor es el consumo y el rendimiento, vivir esperando el amor es percibido como algo raro y para los hombres esto no es bien visto porque todavia sigue imperando la creencia tradicional de lo que es ser viril, con el peso de que deben tener una sexualidad obligadamente activa y hasta mecánica. Frente a esto los hombres intentan reivindicar algunas fragilidades y sentimientos.
Ya no quieren ser mas los príncipes salvadores y protectores y encima proveedores de orgasmos, este es un peso que en este momento rechazan, es mas quieren que los cuiden, que los mimen.Hay muchos hombres que viven con mujeres mas grandes que ellos que los ayudan a despegar, porque esto del reequilibrio de roles hizo caer muchas mascaras.
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