Reencontrarse con el amor de la juventud

Las nuevas tecnologías facilitan las cosas y cada vez mas individuos buscan reencontrar a su primer amor, parece que el duelo no se hubiera hecho y es como si eso despertara fantasias de reencuentro con el gran amor. Pero 20, 30 o mas años después, ese amor es completamente diferente, porque las personas también lo son y podemos preguntarnos que es lo que viene supuestamente a colmar. Esta búsqueda del pasado da cuenta de una suerte de depresión general que atraviesa a nuestra sociedad, hay una incertidumbre en el presente y un miedo por el futuro que hace que los individuos miren hacia el pasado para recargar pilas.
El primer amor simboliza un momento de la vida donde nos sentíamos vivos y plenos de promesas. Es el deseo de volver a la inocencia y esto explicaría el éxito increíble de los sitios genealógicos o aun en algunos sitios para encontrar a los compañeros de la escuela.
Contaba una paciente que reencontró a su primer novio via facebook. “Yo tenia 16 años y estuvimos juntos 4 años. Luego mi familia decidió emigrar y no lo vi mas. Ahora estoy casada y con problemas en mi matrimonio y tuve la necesidad de ubicarlo. Chateamos todo lo que podemos y recordamos con emoción nuestros momentos pasados, pero todavia no nos animamos a tener un encuentro”.
Pero por qué, en un momento en que nos gana el aburrimiento en lugar de ir hacia lo desconocido, preferimos volver sobre un terreno que se domina. Esto es asi porque los riesgos que puede traer un amor nuevo dan miedo. Entonces buscar el primer amor es una manera de recrear algo de lo inesperado pero dentro de un ambiente de confianza; porque uno se imagina que conoce a esa persona, aunque como pasaron tantos años es posible llevarse una sorpresa.
Cuando en el consultorio se les pregunta por que desean volver a encontrarse con su primer amor responden que se separaron por circunstancias ajenas y que ellos no tuvieron la fuerza de luchar en ese momento. Se produce entonces una suerte de identificación con parejas de la mitología occidental como Romeo y Julieta o Tristan e Isolda donde el amor era muy fuerte pero fue impedido por situaciones ajenas a ellos.
De todos modos, volvamos a verlo o no, la primera experiencia amorosa es muy fuerte porque significa el fin de la infancia, el pasaje a la edad adulta y la primer ruptura con el medio familiar.
El reencuentro con el primer amor también tiene el poder de borrar de golpe muchos años de nuestra vida. Decia una paciente que luego de 30 años de reencontrarse con su primer novio que actualmente vive en el extranjero, tuvo ganas de adelgazar, volver al gimansio y es como si hubiera vuelto a los 16 años.
Porque estos reencuentros dan una sensación de eternidad o de inmortalidad y si aparece en un momento en que una persona tiene un sentimiento de fracaso en su vida presente cree que sería posible recomenzar de cero. En realidad no se trata tanto de una nostalgia física, porque con el tiempo se supone que uno aprendio a hacer mejor el amor, se trata mas bien de una nostalgia relacional. Sobre todo las mujeres, por ese costado romantico propio de lo femenino, son las que se lanzan mas fácilmente a esto de revincularse con su primer amor. Porque una mujer en la vida adulta encuentra cierta decepcion con relación a lo existencial, ya que hay muchos mandatos a los que tiene que responder. Es decir que es llamada a realizar determinadas acciones que a veces son muy pesadas, por ejemplo ser buena esposa, buena madre y trabajadora excepcional, según el ideal colectivo y las demandas de la sociedad. Entonces se pone a soñar, porque el sueño le permite tomar algo de distancia con una realidad que está llena de dificultades. Y ahi sueña con el primer amor que esta distanciado de estas responsabilidades de hoy, pero que conoce de la armonía entre el corazón y el espíritu y en cierto modo establece un vinculo fusional.
Muchas veces al encontrarse se produce una decepcion, porque como decía una paciente “se rompió el encanto”. Esto sucede porque se rompe la imagen ideal que se conservaba para aceptar el presente que es completamente diferente. Dar ese paso es importante para darse cuenta que no era éste el hombre de su vida y además permite evaluar los aspectos positivos de la pareja actual.